martes

Querido Berlín:

Querido Berlín:

He de reconocertelo, no sé qué he estado haciendo tanto tiempo sin saber valorarte.
Como dicen por tus calles, la historia del mundo del ultimo siglo puede contarse en tus muros.
Tienes una modernidad apabullante, que me dejó atónito todo el tiempo. Tengo que decirte también
que eres realmente fotogénico, no podía dejar de fotografiarte. Pero hubo dos cosas que me llamaron
mucho la atención: como has conseguido curarte con creces de las heridas que te autoinfligiste, volviéndote
incluso lo opuesto a lo que fuiste sin perder tu fuerte personalidad. Lo otro que me marcó de ti es como atraes
a hippies, artistas, bohemios y demás miembros de la farándula con tus viejos vestigios comunistas, tus casas
okupas y tu arte allá por donde mire. Quiero que sepas que habré de volver a ti en muy poco tiempo, para
explorarte a fondo y sin frenos que me impidan conocerte como es debido.

Rote zelle*,
Blo



*aclaración: Rote zelle (célula roja) fue la contraseña que me permitió entrar en una fiesta clandestina
organizada en un antiguo complejo de viviendas de la parte oriental.