martes

Querido Berlín:

Querido Berlín:

He de reconocertelo, no sé qué he estado haciendo tanto tiempo sin saber valorarte.
Como dicen por tus calles, la historia del mundo del ultimo siglo puede contarse en tus muros.
Tienes una modernidad apabullante, que me dejó atónito todo el tiempo. Tengo que decirte también
que eres realmente fotogénico, no podía dejar de fotografiarte. Pero hubo dos cosas que me llamaron
mucho la atención: como has conseguido curarte con creces de las heridas que te autoinfligiste, volviéndote
incluso lo opuesto a lo que fuiste sin perder tu fuerte personalidad. Lo otro que me marcó de ti es como atraes
a hippies, artistas, bohemios y demás miembros de la farándula con tus viejos vestigios comunistas, tus casas
okupas y tu arte allá por donde mire. Quiero que sepas que habré de volver a ti en muy poco tiempo, para
explorarte a fondo y sin frenos que me impidan conocerte como es debido.

Rote zelle*,
Blo



*aclaración: Rote zelle (célula roja) fue la contraseña que me permitió entrar en una fiesta clandestina
organizada en un antiguo complejo de viviendas de la parte oriental.

domingo

Querida Praga:

Querida Praga:

Siéndote franco, no has deformado la imagen preestablecida que tenía de tí. Eres imperial, y conforme a ello actúas; estás plagada de grandiosos edificios que contemplar absorto. El Moldava que te atraviesa, es inmenso, o al menos así es como se me presentó a mí. Además, como me gusta, tienes un papel ciertamente importante en la historia reciente de la Humanidad (a quién por cierto debes recordarme que escriba pronto), te vestiste de terciopelo allá por los ochenta y tantos, plantandote ante el nuevo que quería acogerte con los brazos abiertos.
Antes de despedirme, te diré que aún te queda largo trecho por recorrer hasta desarrollarte como lo que eres. Y te diré también que me tendrás siempre dispuesto a ir a verte de nuevo.

De la mano de una de tus inmejorables cervezas,
Blo

viernes

Querida Europa:

Querida Europa:

Aunque aún te lames los últimos resquicios de las heridas que hace ya algún tiempo se abrieron y se volvieron a abrir, lo cierto es que los años te han sentado muy bien. Ahora estás preciosa, pero, sintiéndolo mucho, estabas mejor hace tiempo, cuando eras el centro del mundo, el lugar donde nacía el arte, el sitio donde ocurría lo verdaderamente importante. Sin embargo cediste el liderazgo a tu prima América del Norte, que no es que una mera copia de ti, pero sin alma.
Siempre me he preguntado como serías en tu totalidad, pues, como sabes, y debido a mi timidez, nunca he conseguido verte entera, solo simples partes que, aunque preciosas, no eran suficientes. Por fin, y debido a mi afán, podré verte y conocerte en profundidad. Espero que estés tan contenta como yo por poder hacerlo. Confío en que no me defraudes.

Nos vemos el Sábado.


Blo.

martes

Querido Periódico:

Querido Periódico:

Lamento, con todo el pesar del que dispongo, que cada vez tenga menos disponibilidad para disfrutar de ti. ¿Recuerdas que gozosos momentos pasábamos juntos? Me mostrabas, a través de tu tipografía, las novedades, la actualidad del ya antiguo mundo. Pero ultimamente te has tornado más frívolo e incluso te has vuelto un tanto amarillento, quizá por la desidia de esta contemporaneidad que eleva a los altares a cualquier "ente" con más o menos labia. Aunque eso es otro tema aparte.
A pesar de que vives cambiando, al compás del mundo, sigues estando desfasado cada día que pasa. Tus conocimientos de un día a otro se vuelven obsoletos, no sirven más que para empapelar paredes de arriba a abajo.

Deseando que retomes la senda que nunca debiste abandonar (esa que era fiel y elegante) se despide,
Blo

lunes

Querido Futuro:

Querido Futuro:

Aún no te conozco personalmente, pero por lo que cuenta la gente eres un tanto extraño e, incluso, dicen que cruel. Yo prefiero no hacer juicios previos; sin embargo, las veces que he intentado conocerte te he visto como huías pavorosamente, y por más que yo intentaba alcanzarte siempre eras más rapido que yo y lograbas escabullirte (como habrás adivinado no soy un gran corredor)
En lo sucesivo intentaré por medio de más misivas conocerte en persona, cueste lo que cueste. Sé que una amistad contigo sería un gran logro pues como he advertido posees información privilegiada sobre cualquier cosa que deba venir.

Corriendo entre calles buscándote ávidamente se despide,
Blo

sábado

Querido Cielo:

Querido Cielo:
¿Qué te ocurre ultimamente? Estás como triste, todo el tiempo gris y plomizo. Parece que estuvieras inmerso en un sinfín de cambios, los cuales aún estás tratando de digerir. Me resulta raro hablar de estos temas contigo, sobre todo por lo poco que te conozco. Confío en que las cosas cambien y por fin te dignes a abrirte y a dejarme que te surque con mis nuevas alas (*) Te prometo que te trataré mejor que el resto de humanos a los que conozcas, pues sé que son los artífices de tales cambios, ya que ellos producen gases que no te sientan nada bien, ni a ti ni a tus pulmones.
Ojalá y mis palabras surtan efecto decidas sacar fuerzas y volver a la antigua imagen que tenias, tan límpida y clara.

Deseando surcarte,
Blo



(*) véase misiva anterior

domingo

Queridas Alas:

Queridas Alas:
Seré breve y conciso. Por fin y tras mucho tiempo en la que no sabíais si salir o no ( en el que he de confesaros que lo pasé fatal, porque dolíais demasiado en vuestra búsqueda de libertad) os habéis decidido. Habéis salido con más fuerza y vigor de lo que esperaba, pero merecéis la pena. Al menos vosotras sois útiles y me permitís alejarme por un rato del tedioso mundo. Espero que disfrutéis tanto como yo de la estancia en mi espalda.

Sobrevolando las colinas de la indiferencia se despide,
Blo

sábado

Querido Teatro:

Querido Teatro:

¡Cómo gozo con tu visión! Realmente disfruto cual niño pequeño con zapatos nuevos cada vez que acudo a ti. Sé que muchas veces hay gente que no sabe valorarte porque en ocasiones no tienes ritmo y resultas un tanto pausado, pero estarás de acuerdo conmigo en que si los que actúan en tu interior son grandes, tu representación será aún más grande. También sé que últimamente te encuentras en una profunda depresión que te impide ser visitado por todos los que como yo, aún confiamos en ti. Por ello quiero proponerte un trato que resultará satisfactorio, al menos para tí y que yo realizaré con todo el gusto del mundo, tratándose de ti:
Quiero que analices las causas de tu estado de ánimo, que me las expongas a través de alguna de tus representaciones y luego yo, si me siento satisfecho, las difundiré por todo el mundo. Pronto te verás tan rodeado de gente como antaño, y podrás por fin volver al sitio del que nunca debiste marchar.
Esperando tu pronta recuperación me hallo.

Con afecto,
Blo

jueves

Querida Mar:

Querida Mar:

Ya no surco tus sinuosidades. No por falta de ganas, sino más bien porque el tiempo del que dispongo no da para nada. Ni tan siquiera para poder verte. Apenas te escribo ya, lo sé; pero comprendeme, no poseo tiempo suficiente para hacerlo.
Recuerdo con regocijo la vez en que canté, guitarra en mano de mi adlátere, junto a tu vera, tan húmeda y fresca siempre. Son recuerdos que, aunque ya por la lejanía en el tiempo, borrosos, se mantienen aun un tanto nítidos.
Por tanto, y aún a riesgo de salir mal parado por tu furia innata, te ruego disculpes mi actitud. Para resarcirme te prometo que en lo sucesivo te visitaré con más asiduidad, máxime si ahora estás tan genial con tu amigo Sol.


Se despide, confiando en que permitas acercarme e introducirme en ti sin peligro alguno,
Blo

lunes

Querida Luna:

Querida Luna:
Me fascinó verte el otro día. Estabas reluciente con tu bonito vestido blanco radiante, no como otras veces que lo veo amarillento y desgastado. Creo, además, que no soy el único al que le gustas. Lo he estado comentando con otros seres (no teniendo que ser necesariamente humanos) y todos han afirmado de uno u otro modo que tu influencia sobre ellos es imponente.
El otro día paseando bajo tu vestimenta, di con la razón de nuestro fervoroso amor: te paseas independiente por la esfera, sin importar quien te mire y despreocupada ante la impertérrita mirada de quieres anhelan un guiño de ojos tuyo. Es ahí donde radica tu fuerza, en tu indiferencia, pues conoces que es lo único que nos intriga a nosotros.

Deseando que al menos tengas compasión de tu más febril admirador, se despide cariñosamente,
Blo

viernes

Querida Alma:

Querida Alma:
Quiero con esta misiva que dejes de acurrucarte en el fondo de mí. Que te liberes en todo tu esplendor, permitiéndome crear para conmover a otras que como tú se encuentran escondidas en lo profundo de sus cuerpos. Te ruego que consideres esta plegaria, pues permitirias que bastantes congéneres salieran del pozo de la oscuridad que produce la ignorancia. Aún confío en tu poder, por lo que no me defraudes.

Desesperadamente tuyo,
Blo.