sábado

Querido Teatro:

Querido Teatro:

¡Cómo gozo con tu visión! Realmente disfruto cual niño pequeño con zapatos nuevos cada vez que acudo a ti. Sé que muchas veces hay gente que no sabe valorarte porque en ocasiones no tienes ritmo y resultas un tanto pausado, pero estarás de acuerdo conmigo en que si los que actúan en tu interior son grandes, tu representación será aún más grande. También sé que últimamente te encuentras en una profunda depresión que te impide ser visitado por todos los que como yo, aún confiamos en ti. Por ello quiero proponerte un trato que resultará satisfactorio, al menos para tí y que yo realizaré con todo el gusto del mundo, tratándose de ti:
Quiero que analices las causas de tu estado de ánimo, que me las expongas a través de alguna de tus representaciones y luego yo, si me siento satisfecho, las difundiré por todo el mundo. Pronto te verás tan rodeado de gente como antaño, y podrás por fin volver al sitio del que nunca debiste marchar.
Esperando tu pronta recuperación me hallo.

Con afecto,
Blo

jueves

Querida Mar:

Querida Mar:

Ya no surco tus sinuosidades. No por falta de ganas, sino más bien porque el tiempo del que dispongo no da para nada. Ni tan siquiera para poder verte. Apenas te escribo ya, lo sé; pero comprendeme, no poseo tiempo suficiente para hacerlo.
Recuerdo con regocijo la vez en que canté, guitarra en mano de mi adlátere, junto a tu vera, tan húmeda y fresca siempre. Son recuerdos que, aunque ya por la lejanía en el tiempo, borrosos, se mantienen aun un tanto nítidos.
Por tanto, y aún a riesgo de salir mal parado por tu furia innata, te ruego disculpes mi actitud. Para resarcirme te prometo que en lo sucesivo te visitaré con más asiduidad, máxime si ahora estás tan genial con tu amigo Sol.


Se despide, confiando en que permitas acercarme e introducirme en ti sin peligro alguno,
Blo

lunes

Querida Luna:

Querida Luna:
Me fascinó verte el otro día. Estabas reluciente con tu bonito vestido blanco radiante, no como otras veces que lo veo amarillento y desgastado. Creo, además, que no soy el único al que le gustas. Lo he estado comentando con otros seres (no teniendo que ser necesariamente humanos) y todos han afirmado de uno u otro modo que tu influencia sobre ellos es imponente.
El otro día paseando bajo tu vestimenta, di con la razón de nuestro fervoroso amor: te paseas independiente por la esfera, sin importar quien te mire y despreocupada ante la impertérrita mirada de quieres anhelan un guiño de ojos tuyo. Es ahí donde radica tu fuerza, en tu indiferencia, pues conoces que es lo único que nos intriga a nosotros.

Deseando que al menos tengas compasión de tu más febril admirador, se despide cariñosamente,
Blo

viernes

Querida Alma:

Querida Alma:
Quiero con esta misiva que dejes de acurrucarte en el fondo de mí. Que te liberes en todo tu esplendor, permitiéndome crear para conmover a otras que como tú se encuentran escondidas en lo profundo de sus cuerpos. Te ruego que consideres esta plegaria, pues permitirias que bastantes congéneres salieran del pozo de la oscuridad que produce la ignorancia. Aún confío en tu poder, por lo que no me defraudes.

Desesperadamente tuyo,
Blo.