lunes

Querida Luna:

Querida Luna:
Me fascinó verte el otro día. Estabas reluciente con tu bonito vestido blanco radiante, no como otras veces que lo veo amarillento y desgastado. Creo, además, que no soy el único al que le gustas. Lo he estado comentando con otros seres (no teniendo que ser necesariamente humanos) y todos han afirmado de uno u otro modo que tu influencia sobre ellos es imponente.
El otro día paseando bajo tu vestimenta, di con la razón de nuestro fervoroso amor: te paseas independiente por la esfera, sin importar quien te mire y despreocupada ante la impertérrita mirada de quieres anhelan un guiño de ojos tuyo. Es ahí donde radica tu fuerza, en tu indiferencia, pues conoces que es lo único que nos intriga a nosotros.

Deseando que al menos tengas compasión de tu más febril admirador, se despide cariñosamente,
Blo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.